“CHANCHITO EN NICARO”
Nicaro
Cuba, 1955..
- Mamá
Chanchito se escapo!
-Como que Chanchito se escapo?
-Si,
-no esta ahí en la patica de la cuna donde lo puse, y estaba bien
amarrado... pero, se escapo!
-Ahora
si que esta bueno esto!... esperaremos a que tu papá venga y
saldremos a buscarlo...
-Si
pero... y si se pierde?
-Bueno
perdido está ya, no se perderá mas de lo que está! Finalizo mi
madre.
Mi
madre estaba aprendiendo a costurera en ese entonces, y Chanchito fue
su primer modelo, ella le hacia pantalonsitos, camisitas, chaqueticas
gorritas y sombreritos.
Nicaro, unos atribuyen el nombre de Nicaro al vocablo indígena Caroni, con el que fue denominado una de las fincas sobre las que se asentó la procesadora de nikel. Otros especulan sobre el error mecanografiado a partir de Mícara, sierra próxima a la zona, y otros como el Ing. Demetrio Presilla López, refiere que Nicaro se debe el nombre a la fusión del símbolo químico del níquel (Ni) con el apellido Caron, perteneciente al profesor creador del método que utiliza esta industria para procesar mineral.
En
1943, al calor de
la segunda guerra
mundial donde sube
la demanda del metal, a instancias del gobierno
norteamericano que
imperaba en Cuba y que necesitaba
desarrollar su industria armamentista,
es creada la empresa
de níquel cuyo
nombre respondía a Nicaro
Nickel Company.
La ejecución de la obra inició en febrero de 1942 a cargo de la firma Frederick Snare. En tanto la compañía Cuban Nickel (el propio gobierno norteamericano) asumió la supervisión de la construcción y la operación de la fábrica. Estados Unidos dispuso un presupuesto total de 49 millones de dólares para el montaje. Participaron alrededor de 12 mil hombres en el cumplimiento del proyecto.
En septiembre de 1943 se calentó el primer horno y se recibió el primer convoy ferroviario cargado de lateritas desde el yacimiento Cornelia de Ocujal, en Mayarí, para comenzar las pruebas de las maquinarias, y para diciembre del mismo año se hacía la primera corrida de unas tres mil 500 libras de óxido de níquel, enviadas a los Estados Unidos... y el día 24 entraba en operaciones la Nicaro Nickel Company, y nacía la industria del níquel cubana.
El
destino del níquel que se produjera era directo a la guerra que
libraría el ejército norteamericano en escenarios del Pacífico y
Europa, por ello se
apostó por una capacidad de 13 mil toneladas del metal. En 1945, un
poco antes de la capitulación del III Reich los trabajadores que
oscilaban en alrededor de los mil 874 trabajadores, creció. Sin
embargo, dos años después, en
de marzo de 1947, debido a la caída de la demanda del metal, la
produción se redujo significativamente por los próximos 3 años y
en 1950, debido a la guerra de Corea, impulsarian la re-apertura y ampliarian la capacidad industrial
instalada hacia 1956.
Mi
padre era un gran topógrafo había conseguido un puesto en La Nicaro
Nikel Co. debido a la demanda de nuevas instalaciones y estudios
necesarios para poner de nuevo en gran escala a producir la misma. En
ese año nos mudamos así a una vivienda proveída por la compañía a un
lugar llamado “Arroyo Blanco”.
Antes
de Arrollo Blanco vivíamos en Mir, de donde partimos en autobús
hasta Mayari. El viaje fue muy complicado, pues Chanchito que nunca
había montado en ningún vehículo, se marió y empezo a vomitar.
Imaginen en aquella época... cuando la sociedad no digería muy bien
las mascotas, y en especial un cochino de mascota!. Nos salvaba que el
chófer y el conductor, conocían a mi madre de Mir, y fueron
condescendientes con nosotros.
La
casita en Arroyo Blanco estaba situada un tanto distante del resto
del caserío del pueblo, lo que nos daba la ventaja de la privacidad,
pero a la vez nos ponía en posición geografía muy notable, a la
vista de todos cuantos pasaran por el camino.
Al
llegar mi padre del trabajo, le comentamos lo ocurrido, a lo que el
respondió, -bueno al menos no hay que preocuparse mucho, estamos bien
lejos de “Noche Buena” estará a salvo de momento...
Después
de casi toda la tarde en busca de Chanchito infructuosamente,
regresamos a casa tristes y compungidos, para recivir la sorpresa de
una señora un poco estrabagante vestida de rojo y verde con un
sombrero de yarey esperando por nosotros con Chanchito en sus brazos.
Que clase de alegría! Orfa, que así se llamaba, nos dijo que como
los únicos nuevos del barrio eramos nosotros, y que como nunca había
visto un cochinito vestido y con sombreo, dedujo que seria nuestro,
pues los vecinos de allí, no harían semejante tontada.Y así conocimos a Orfa!.
CONTINUARA...
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