sábado, 1 de diciembre de 2012

La Historia de Kilo Prieto, Chanchito en Nicaro...


“CHANCHITO EN NICARO”



Nicaro Cuba, 1955..



- Mamá Chanchito se escapo!

-Como que Chanchito se escapo?

-Si, -no esta ahí en la patica de la cuna donde lo puse, y estaba bien amarrado... pero, se escapo!

-Ahora si que esta bueno esto!... esperaremos a que tu papá venga y saldremos a buscarlo...

-Si pero... y si se pierde?

-Bueno perdido está ya, no se perderá mas de lo que está! Finalizo mi madre.
 
Chanchito era un cochinito de raza americana, todo blanco y con una manchita negra en la paleta trasera, fue mi primera mascota, realmente no recuerdo como fue que lo conseguí, pues era muy pequeñito yo entonces, pero en fin, Chanchito llego a mi vida y no sin complicaciones...

Mi madre estaba aprendiendo a costurera en ese entonces, y Chanchito fue su primer modelo, ella le hacia pantalonsitos, camisitas, chaqueticas gorritas y sombreritos.

Nicaro, unos atribuyen el nombre de Nicaro al vocablo indígena Caroni, con el que fue denominado una de las fincas sobre las que se asentó la procesadora de nikel. Otros especulan sobre el error mecanografiado a partir de Mícara, sierra próxima a la zona, y otros como el Ing. Demetrio Presilla López, refiere que Nicaro se debe el nombre a la fusión del símbolo químico del níquel (Ni) con el apellido Caron, perteneciente al profesor creador del método que utiliza esta industria para procesar mineral.

En 1943, al calor de la segunda guerra mundial donde sube la demanda del metal, a instancias del gobierno norteamericano que imperaba en Cuba y que necesitaba desarrollar su industria armamentista, es creada la empresa de níquel cuyo nombre respondía a Nicaro Nickel Company.

La ejecución de la obra inició en febrero de 1942 a cargo de la firma Frederick Snare. En tanto la compañía Cuban Nickel (el propio gobierno norteamericano) asumió la supervisión de la construcción y la operación de la fábrica. Estados Unidos dispuso un presupuesto total de 49 millones de dólares para el montaje. Participaron alrededor de 12 mil hombres en el cumplimiento del proyecto.
En septiembre de 1943 se calentó el primer horno y se recibió el primer convoy ferroviario cargado de lateritas desde el yacimiento Cornelia de Ocujal, en Mayarí, para comenzar las pruebas de las maquinarias, y para diciembre del mismo año se hacía la primera corrida de unas tres mil 500 libras de óxido de níquel, enviadas a los Estados Unidos... y el día 24 entraba en operaciones la Nicaro Nickel Company, y nacía la industria del níquel cubana.

El destino del níquel que se produjera era directo a la guerra que libraría el ejército norteamericano en escenarios del Pacífico y Europa, por ello se apostó por una capacidad de 13 mil toneladas del metal. En 1945, un poco antes de la capitulación del III Reich los trabajadores que oscilaban en alrededor de los mil 874 trabajadores, creció. Sin embargo, dos años después, en de marzo de 1947, debido a la caída de la demanda del metal, la produción se redujo significativamente por los próximos 3 años y en 1950, debido a la guerra de Corea, impulsarian la re-apertura y ampliarian la capacidad industrial instalada hacia 1956.

Mi padre era un gran topógrafo había conseguido un puesto en La Nicaro Nikel Co. debido a la demanda de nuevas instalaciones y estudios necesarios para poner de nuevo en gran escala a producir la misma. En ese año nos mudamos así a una vivienda proveída por la compañía a un lugar llamado “Arroyo Blanco”.

Antes de Arrollo Blanco vivíamos en Mir, de donde partimos en autobús hasta Mayari. El viaje fue muy complicado, pues Chanchito que nunca había montado en ningún vehículo, se marió y empezo a vomitar. Imaginen en aquella época... cuando la sociedad no digería muy bien las mascotas, y en especial un cochino de mascota!. Nos salvaba que el chófer y el conductor, conocían a mi madre de Mir, y fueron condescendientes con nosotros.

La casita en Arroyo Blanco estaba situada un tanto distante del resto del caserío del pueblo, lo que nos daba la ventaja de la privacidad, pero a la vez nos ponía en posición geografía muy notable, a la vista de todos cuantos pasaran por el camino.

Al llegar mi padre del trabajo, le comentamos lo ocurrido, a lo que el respondió, -bueno al menos no hay que preocuparse mucho, estamos bien lejos de “Noche Buena” estará a salvo de momento...
 
Después de casi toda la tarde en busca de Chanchito infructuosamente, regresamos a casa tristes y compungidos, para recivir la sorpresa de una señora un poco estrabagante vestida de rojo y verde con un sombrero de yarey esperando por nosotros con Chanchito en sus brazos. Que clase de alegría! Orfa, que así se llamaba, nos dijo que como los únicos nuevos del barrio eramos nosotros, y que como nunca había visto un cochinito vestido y con sombreo, dedujo que seria nuestro, pues los vecinos de allí, no harían semejante tontada.

 Y así conocimos a Orfa!.
 
CONTINUARA...
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario